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El país más mortal en el mundo para los cristianos no es Afganistán o Corea del Norte, es Nigeria.
El año pasado, 5,621 cristianos fueron asesinados a nivel mundial debido a su fe – 90% de ellos fueron nigerianos del norte.
Organizaciones de misiones están reportando que la persecución cristiana esta en su punto más alto en 30 años. Y eso es principalmente por lo que ha estado sucediendo en el norte de Nigeria durante los últimos 24 años.
Aproximadamente la mitad de la población de Nigeria son cristianos profesantes, y la mayoría de ellos viven en el sur. Sin embargo, la otra mitad son musulmanes, y la mayoría de ellos viven en el norte.
Nigeria del norte es donde Boko Haram, un grupo terrorista islámico, ha secuestrado a miles de jóvenes mujeres y asesinado a decenas de miles de personas durante la ultima década. Pero Boko Haram es permitido por las leyes Sharías del norte de Nigeria. Hay una relación directa entre el terrorismo y la Ley Sharia en Nigeria.
Boko Haram fue fundado en el norte de Nigeria en el 2002, poco después de que 12 estados norteños reintrodujeran la ley Sharia entre 1999 y 2001 – a pesar del derecho constitucional de
los nigerianos a la libertad religiosa. Desde entonces, por lo menos 50,000 cristianos en el norte de Nigeria han sido asesinados.
Y de hecho esta empeorando. El año pasado fue el año más mortal para los cristianos en Nigeria. Las leyes Sharia de blasfemia, ataques terroristas, y la violencia en masa asesinaron a por lo menos 5,000 cristianos el año pasado.
Uno de estos cristianos fue Deborah Samuel. Ella era estudiante en una universidad en el Estado Sokoto, el norte de Nigeria. Fue asesinada en su escuela porque alabó el nombre de Jesús por su éxito académico.
El 12 de mayo del 2022, un compañero le preguntó a Deborah en un grupo de WhatsApp de su clase como fue que pasó un examen reciente. Ella respondió, “Jesús”. De acuerdo a algunos de sus compañeros de clase, la respuesta es un crimen que merece la muerte.
Algunos de sus compañeros de clase contestaron con declaraciones islámicas y demandaron que ella retractara sus palabras sobre Jesús. Pero ella rehusó. En vez de eso, defendió las creencias cristianas.
Inmediatamente los estudiantes musulmanes dijeron que ella era culpable de blasfemia bajo la ley Sharia del Estado Sokoto, por la cual el castigo es la muerte. Así que llamaron a otros en la comunidad para que ejecutaran la justicia en muchedumbre.
La seguridad de la escuela intentó proteger a Deborah, pero fueron vencidos por la muchedumbre. Oficiales de policía fueron llamados, pero supuestamente fueron intimidados por la gran multitud. La muchedumbre amenazó con matar a cualquiera que intentara ayudarla, así que el resto de los estudiantes cristianos huyeron del lugar y regresaron a sus hogares por su propia seguridad.
Deborah, sin embargo, no tuvo la oportunidad de regresar a su hogar con sus padres.
La muchedumbre la encontró escondida en una habitación de seguridad. La arrastraron hacia afuera, y gritaban “Allahu akbar”, sus compañeros de clase y otros residentes en la comunidad – incluyendo a ancianas – la golpearon con palos grandes, la apedrearon, y le lanzaron neumáticos y gasolina en el cuerpo, y la quemaron hasta la muerte.
En respuesta a su asesinato, el presidente incumbente de Nigeria, Muhammad Buhari, dijo: “los musulmanes de todo el mundo demandan respeto por los Santos Profetas…pero donde ocurre la transgresión, como parece ser el caso en esta instancia, la ley no permite que nadie tome la justicia en sus propias manos”.
En otras palabras, de acuerdo al presidente, el único problema con el asesinato es que ella fue asesinada por una muchedumbre, en vez de por las autoridades locales.
No es sorprendente que el presidente sea de un estado norteño que hace cumplir la Ley Sharia. En el 2001 dijo:
“continuare mostrando abiertamente y dentro de mi el compromiso total al movimiento Sharia que está barriendo todo Nigeria. Si Dios lo permite, no detendremos la agitación para la implementación total de Sharia en todo el país”.
Sin embargo, a pesar de que tu y yo no tuvimos la oportunidad de salvar la vida de Deborah – justo ahora, tenemos la oportunidad de salvar la vida de otra persona. Y si salvamos la vida de esa persona, pudiera salvar las vidas de miles de cristianos en Nigeria.
Como Deborah Samuel, otro joven en Nigeria ha sido sentenciado a muerte por supuestos mensajes “blasfemos” en WhatsApp.
Yahaya Sharif-Aminu es un cantautor de unos 20 años de edad. Él es un musulmán Sufí, lo que lo hace una minoría religiosa en la población mayormente Sunní al norte de Nigeria. Él compartió algunas de sus canciones en un grupo de WhatsApp en el 2020. Algunos de los miembros en el grupo de WhatsApp, sin embargo, acusaron a Yahaya de cometer “blasfemia” contra el “profeta” Mahoma.
Pronto una muchedumbre rodeó el hogar de su familia y lo quemó. Subsecuentemente oficiales de policía arrestaron a Yahaya y fue sentenciado bajo la corte Sharia – sin consejería legal – a la muerte por ahorcamiento.
Por la gracia de Dios, Alliance Defending Freedom International esta apoyando a Yahaya. Después de 3 años de sufrimiento en prisión, él apeló su sentencia de muerte, y su caso será decidido en la Corte Suprema de Nigeria.
Las leyes de blasfemia del Norte de Nigeria violan los derechos humanos internacionales y son inconsistentes con todos los derechos constitucionales de las libertades religiosas de Nigeria. Si Yahaya gana su caso, no solamente salvará su vida, sino también podría abolir las leyes de blasfemia en el norte de Nigeria.
A pesar de que es un musulmán Sufí, su caso podría ser un factor decisivo en cuantos más cristianos nigerianos serán asesinados por su fe. Este caso podría prevenir las muertes de decenas de miles de cristianos en Nigeria. Y ya que Nigeria es una de las naciones más influyentes de África, si el caso de Yahaya, podría también llevar al fin de la ley Sharia en otras naciones africanas.
Así como dice la Biblia, “Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo” (hebreos 13:3).
Soy de Gahana con parientes en el norte de Nigeria. Pero la conexión más importante que tengo con los cristianos en el norte de Nigeria es la misma conexión que tienes tu con ellos: somos miembros del mismo cuerpo.
A pesar de que las leyes de blasfemia no estén persiguiendo solo cristianos en el norte de Nigeria, están persiguiendo a Cristo, están persiguiendo al cuerpo de Cristo – están persiguiendo a la iglesia entera. Están persiguiendo a nuestra familia.
Así que hermanos y hermanas, por favor recuerden a nuestros hermanos y hermanas al norte de Nigeria. Por favor oren por ellos. Y por favor donen a Alliance Defending Freedom International, para que puedan apoyar el caso de Yahaya frente a la Corte Suprema de Nigeria.
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